Hay un dicho popular que dice, hecha la ley, hecha la trampa pero eso, francamente, ni les hace falta a los políticos ya que son ellos mismos los que hacen las leyes a su gusto y servicio. Digo esto a raíz del cierre de Canal 9, el presidente de la Generalitat de forma unilateral y con carácter de urgencia ha aprobado un decreto-ley para controlar la televisión pública autonómica después de que los periodistas se hayan hecho con el control de las emisiones poniendo delante de las cámaras todas las mentiras de un gobierno corrupto como el de Valencia.
Su instrumento de manipulación de la ciudadanía se les ha vuelto en contra, ahora ya no les sirve para sus fines y por eso deciden sin acuerdo en el gobierno valenciano silenciar las voces que se alzan en esta televisión.
El decreto ley publicado modifica la legislación para permitir que el Gobierno valenciano pueda nombrar provisionalmente al nuevo director general del ente, es decir, poder nombrar a alguien afín al partido que lleve a negro a la televisión pública de los valencianos.
Ya dedicamos a un post a ese tema y sobran palabras reivindicativas en este sentido, lo que nos llama la atención de todo esto ahora es la libertad con la que los políticos hacen y deshacen a su antojo. Que tengo mayoría, pues promulgo las leyes que a mi me da la gana y listos, ¿alguien me va a llevar la contraria? Ahí esta el problema que los políticos se han olvidado que nosotros somos los que les hemos colocado ahí pero eso solo es importante cada cuatro años, lo que es una verdadera lástima para todos. ¿Tú cómo lo ves?
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