Se creen que están en una película pero no una españolada, y no se me ofendan los amantes del séptimo arte made in spain, sino una, como se suele decir, americanada; de esas donde los coches vuelan por los aires y hay conspiraciones hasta en el metro de Nueva York. Y es que se han creído tan protagonistas de su propio film de acción que ven normal y necesario espiar a sus “enemigos”, bueno si al menos lo fueran aún, pero se trata de sus aliados. Aquí, como se suele decir, no hay amigos que valgan, los americanos no se fían de nadie por eso hacen del espionaje su actividad de cada día.
Y es que durante estos días hemos leído titulares de todo tipo, que si la NSA había espiado 60 millones de llamadas en España durante sólo un mes o que la NSA dejó de espiar a Merkel sólo después de que se enteró Obama. Noticias que han alzado el revuelo en todos los puntos del planeta pero ante las cuales parece que ellos, ante todo pronostico y visto lo visto, hacen oídos sordos. De hecho ante las críticas ni se exculpan y en vez de entonar el “mea culpa” afirman que espiarán siempre que sea necesario, toma ya.
Según dicen la justificación está en velar por la seguridad del país pero la cuestión es, ¿a costa de qué? ¿Seguridad o privacidad? ¿Hacia dónde nos decantamos?
No hay comentarios :
Publicar un comentario