Con el cambio se perseguiría de forma específica a estas webs, antes no había referencia a ello en la ley; ahora bien, la pena dependería de si tienen suficientemente audiencia y si hay cierto grado de colaboración en la difusión de estos contenidos prohibidos.
Esta reforma del Código Penal podría dejar sin potestad a la Sección Segunda de la Comisión de la Propiedad Intelectual, creada por la ley Sinde-Wert, y cuyo objetivo no era otro que el de cerrar páginas que vulneren el copyright, existiendo sólo una denuncia de una parte.
A favor...
Desde la industria cultural esperan como agua de mayo esta reforma que podría ayudar a cerrar una webs que, según dicen, les hacen perder más de 1.200 millones de euros al año. En este sentido desde la Coalición de creadores hablan de que hubo 3.051 millones de descargas fraudulentas en 2012.
En contra o ¿A favor...?
Al otro lado se encuentran los consumidores. Sin duda este era uno de los puntos más controvertidos que ponían sobre la mesa los opositores a este ley. Estos colectivos de ciudadanos alarmaban que la denuncia y el propio hecho de determinar si hay falta se hacía por una vía administrativa (es decir, un organismo del gobierno) y no por la vía judicial (es decir, una decisión hecha en juzgado, por jueces). Con este cambio la acción pasa a ser delito y sigue el camino habitual de la justicia.
¿Cómo quedarán las cosas? Será esta la reforma del Código la que guste a todas las partes, cuando se apruebe lo veremos.
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