Hace solo unos días desde la Casa Real se instaba a que se cerrara a la mayor brevedad posible la instrucción el Caso Nóos, calificándolo de un verdadero martirio. Pues no quiero ni pensar cómo estarán ahora, pues sólo unas horas después en un auto de 227 folio el Juez Castro hacía realidad el máximo de los miedos de la institución monárquica española, finalmente se imputaba a la Infanta Cristina en el caso Nóos. ¿Era la decisión correcta? ¿Tenía que haber llegado antes?
Blanqueo de capitales y delito fiscal contra la Hacienda Pública esos son los delitos que se le imputan a la Infanta Cristina y esposa de Iñaki Urdangarin, una de las piezas clave del Caso Nóos.
Para Castro la Infanta tiene la actitud “de quien mira para otro lado” pues no era de recibo, para ningún mortal, que ella como mujer de Urdangarin y experta en cuentas, como trabajadora de la banca, no supiera lo que se estaba cociendo en su propia casa.
Y es que después de meses de estar imputada la mujer de Diego Torres en el caso, eran muchos los que consideraban que era necesario proceder de igual modo con la mujer de la mano derecha de Aizoon. La Fiscalía se opuso en su momento pero finalmente las pruebas han podido y ese día ha llegado. El próximo 8 de marzo la Infanta se sentará en el banco de los acusados para defenderse de lo que le imputa el Juez.
El Auto no tiene desperdicio, según leemos doña Cristina "ha intervenido, de una parte, lucrándose en su propio beneficio y, de otra, facilitando los medios para que lo hiciera su marido, mediante la colaboración silenciosa de su 50% del capital social, de los fondos ilícitamente ingresados en la mercantil Aizoon procedentes de los lucrados por la Asociación Instituto Nóos de Investigación de las arcas públicas de las Comunidades Valenciana y Baleares”. Por si ha alguien no le había quedado suficientemente claro. Ahora la pregunta es ¿tenían que haberla imputado antes? ¿O se sigue creyendo que la Infanta no tiene nada que ver con los negocios de su marido?
No hay comentarios :
Publicar un comentario