Todo empezó con las obras de un bulevar y un parking subterráneo en Gamonal, esa es al menos la historia que conocemos por los principales medios de comunicación pero este hecho es sólo la punta del iceberg, la gota que ha colmado el vaso de unos vecinos indignados y cansados con la forma de hacer política de sus líderes locales. Un municipio endeudado hasta las cejas que no tiene dinero para remodelar una Guardería pero sí para acometer una obra descomunal a la que se oponen los vecinos ¿Tú que harías si fueras vecino de Gamonal?
Y es que lo que pocos medios han contado es que de las obras sólo sale un único beneficiado; pues, pese a lo que se pueda creer, vecinos y comerciantes se oponen a la acometida, el nombre del beneficiado es el de un antiguo conocido de la Justicia, Antonio Miguel Méndez Pozo, condenado en los 90 a 7 años de prisión por una trama corrupta del Partido Popular. Un empresario poderosísimo en la zona que controla el principal periódico burgalés 'El Diario de Burgos' y que posee varias empresas constructoras. Una de ellas, y ahí está el quid de la cuestión, es MBG, la que ha diseñado la remodelación del bulevar de la Calle Vitoria, un proyecto que, según informan, tiene un coste de 8 millones de euros.
Una inversión que el Ayuntamiento, de todas todas, no puede realizar ya que se encuentra en números rojos. Y es que según se ha sabido, Gamonal cerró el año con una deuda de 135 millones de euros, aunque el Partido Castellano (PCAS) ha denunciado que la deuda es bastante superior, situándola en 643 millones de euros.
Pero no sólo es que el Ayuntamiento no tiene dinero y se mete en obras innecesarios, sino que hace pocos meses este mismo consistorio se negaba a acometer las obras de reforma de una guardería por su elevado coste, 13 millones de euros. Escasa diferencia monetaria, pero grandiosa si se comparan los beneficios para el municipio de contar con uno u otro servicio.
Ante toda esta situación a los vecinos de Gamonal se les ha acabado la paciencia y han decidido salir a la calle a mostrar su rechazo ante una decisión que ha tomado el gobierno local de forma unilateral. Han salido a la calle para reclamar que la democracia es de todos y que les escuchen, sólo piden que se les escuche. Han protestado y es entonces cuando aquellos a los que se les ha criticado han alzado la voz para calificarlos de violentos delincuentes, para llamar la atención sobre la violencia cuando cada día no faltan las cargas policiales y la ciudad está sitiada por las fuerzas de la Ley. Delincuentes les han llamado, "atentados" han llegado a calificar a sus protestas y siguen aguantando, resistiendo ante la presión de los políticos y de muchos medios de comunicación.
¿Es justo lo que está pasando? ¿Dónde esta el límite de la paciencia ciudadana? ¿A favor o en contra del levantamiento de Gamonal? La palabra la tienes tú...
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