Hace sólo unos meses se cantaban las alabanzas del cigarrillo electrónico, se hablaba de las ventajas del vapero, tanto para la salud de los fumadores como para los de su entorno, se acabaron los problemas de dejar de fumar al entrar a un establecimiento o en el trabajo, ahora era posible con estos cigarrillos que funcionan a batería. Después surgieron las dudas sobre sus peligros para la salud con la advertencia de la Organización mundial de la Salud. Y ahora llega la prohibición de vapear en hospitales, colegios y edificios públicos. ¿Cómo lo ves?
Se presentaba como el remedio perfecto para dejar de fumar pero las alabanzas iniciales al cigarrillo electrónico se han ido diluyendo a medida que la moda ha dejado de serlo. Primero fueron las advertencias de la OMS sobre el desconocimiento existente de sus consecuencias para la salud, bueno peor era el tabaco, pensaban los fumadores y con este remedio al menos podían fumar en el interior de espacio públicos. Pero ahora ese privilegio que convertía al cigarrillo electrónico en la mejor alternativa al tabaco ha dejado de serlo. Como decíamos Sanidad ha prohibido el consumo de cigarrillos electrónicos en centros sanitarios y escolares, en las administraciones públicas y en el transporte público. Ahora será cuestión de ver si con esto también se consigue que dejen de vapear aquellos adictos al cigarrillo electrónico ¿volverán entonces al tabaco? ¿será todo una estrategia del gobierno para seguir recaudando los jugosos impuestos recaptados por cada cajetilla del hábito tradicional? Sea como fuere estamos convencidos de que estos cigarrillos serán, sin duda, el regalo estrella de esta. Navidad ¿no lo crees así?
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