Han liderado nuestro país, han ocupado
puestos de poder y sus decisiones han marcado nuestro devenir como
ciudadanos... ¿Cuál es el mejor retiro que se le puede dar a un
político? Convertirlo en asesor y retirarse con un “capazo”,
como dirían los valencianos, de millones. ¿Eso es justo?
Siempre se ha dicho que la agenda de
contactos marca sin duda el precio de un periodista en el mercado,
como si estuviéramos hablando del de fichajes; en este caso a estos
políticos retirados les pasa tanto de lo mismo. Estos “asesores”
también son contratados por sus contactos o, más bien, por sus
influencias. Conocen al resto de miembros del partido, a los que
ahora toman las decisiones y, como se suele decir, dónde hay padrino
no manda marinero.
El último fichaje sonado de un
exdirigente ha sido el de Rodrigo Rato que ha sido contratado por el
Banco Santander como miembro de su consejo asesor internacional. Rato
ha pasado de ministro de economía a imputado por falsificación de
cuentas como expresidente de Bankia, para acabar ahora como “asesor”
de la entidad presidida por Emilio Botín.
Por este cargo cobrará unos 200.000
euros anuales, primas a las que habrá que sumar sus retribuciones
como asesor externo de Telefónica, firma por la que fichó en enero
de este año para los negocios de América Latina y Europa.
Los que están a favor hablan de su
conocimiento del mercado, igual están pensando en evitar el desastre
de Bankia. Los que están en contra ponen el grito en el cielo ante
unos sueldos desorbitado por unas funciones más bien de estar por
casa.
Y es que la misión de Rato en este
cargo será "la puesta en marcha de la estrategia de negocio a
nivel global, mediante la aportación de ideas y la sugerencia de
oportunidades de negocio", según fuentes del banco. Es decir,
que por sugerir posibilidades de negocio le van a pagar una suma
bastante importante.
Casos de políticos pasados a asesores
hay muchos, sin ir más lejos Felipe González forma parte, desde
2010, del Consejo de Administración de Gas Natural Fenosa. O José
María Aznar que desde 2011 es asesor externo de Endesa para
Latinoamérica. Y el más sonado el de Iñaki Urdangarín consejero
de Telefónica y delegado en Washington, si ese no era político,
pero sí “asesor” y unos cuantas otras cosas.
Ejemplos hay muchos pero la pregunta sigue siendo la misma ¿de verdad son útiles como asesores o salen un poquito caros? Yo de momento, voy a consultarlo con mi asesor.
No hay comentarios :
Publicar un comentario